giovedì 5 giugno 2008

El Santo Sudario no saldrá del arca


Oviedo

El Santo Sudario no saldrá del arca

El Cabildo descarta la exposición permanente de la reliquia, que seguirá sacando sólo tres días al año El presupuesto de la urna con gas, que proponían algunos expertos para garantizar una mejor conservación, ronda los 300.000 euros
MARTA FRECHILLA

Cuenta Jorge Manuel Rodríguez, presidente del Centro Español de Sindonología, que cuando la restauradora de la Sábana Santa de Turín vio el Santo Sudario de Oviedo, se quedó «horrorizada» al apreciar que no contaba con una protección especial. El tiempo y los agentes externos hacen mella en la reliquia. Lo pusieron de manifiesto los expertos participantes en el congreso celebrado en la ciudad en abril de 2007. Uno de los pilares de las charlas fue su conservación y protección, y una de las medidas apuntadas para conseguirlo encerrarlo en una pequeña urna.

El Cabildo Catedral ya ha consultado a dos empresas, y en los dos casos el coste de la vitrina con un gas y un termómetro para controlar su temperatura ronda los 300.000 euros. La diferencia entre uno y otro presupuesto no pasa de 25.000 euros. En cualquier caso más de lo que, por ejemplo, está previsto que cueste la ansiada restauración de la Capilla de los Vigiles, para la que el presidente del Principado se comprometió la pasada semana a aportar financiación.

«La urna garantiza que no entre ningún microorganismo, y como contiene un gas, ese mismo gas los mataría», explicó el deán, Ángel Pandavenes. Los beneficios que tendrá para el Sudario que, supuestamente y según la tradición, envolvió la cabeza del Señor tras su muerte en la cruz, son claros. Durante el congreso, la restauradora Socorro Mantilla propuso introducirlo en un aparador hermético con nitrógeno, unos sensores que garanticen una temperatura de 20 grados centígrados y un 55% de humedad relativa, disponiéndolo a una luz creada mediante fibra óptica y a oscuras cuando no se exhiba, sobre una superficie de policarbonato inclinada de 30 grados. También, desproveerlo de la cortinilla de terciopelo rojo que lo cubre, y que transmite polvo a la tela. Por último, sugirió guardar la reliquia y mostrar un facsímil.

La idea no convenció, sin embargo, al arzobispo, Carlos Osoro. Pero el deterioro, como afirmó el deán, «cada día es mayor», y necesita fórmulas para atajarlo. La primera ya fue apuntada, tras escuchar a los expertos venidos de Italia, Estados Unidos o España, por Osoro: no someterlo a más agresiones que las actuales, dejarlo como está. Su intención, entonces, era mantener las tres bendiciones anuales, en Viernes Santo, el 14 de setiembre, día de la Santa Cruz, y el 21, festividad de San Mateo. El resto del año, permanecería guardado como hasta ahora.

Más de un año después, el deán se pronuncia en el mismo sentido. Antes de que salgan los libros de actas del congreso, ya en imprenta, Pandavenes es tajante: «El (Sudario) real no se mostrará de manera permanente». Los motivos, insistió, son claros: «No debe estar sometido a ninguna agresión, a la luz Ya lo dijeron los científicos». Otra cosa son las tres bendiciones anuales. Un segundo paso sería introducirlo en una urna, como se apuntaba antes.

La historia

La síndone, por tanto, seguirá en el Arca Santa, que a modo de altar ocupa el centro de la Cámara Santa, en la Catedral. 'El libro de los Testamentos', impulsado por el obispo Pelayo, narra las peripecias del arcón de madera recubierto de planchas de plata. Fue fabricado por los discípulos de los apóstoles, y en él introdujeron objetos preciosos y sagrados: el Sudario, espinas de la corona que colocaron a Jesús en su Pasión o una sandalia de San Pedro. Pasó de Jerusalén al norte de África, a Toledo y, escapando del avance de los musulmanes, la trajeron a Asturias. Dicen que permaneció en el Monsacro escondido, hasta que el rey Alfonso II El Casto ordenó construir la basílica para custodiarla, precedente de la Catedral.

El lienzo sagrado seguirá en el arca, pero lo que no descarta el Cabildo es la exhibición de una réplica y, también, de los estudios que se han hecho a lo largo de los años sobre el Sudario. «El sueño es tener un sitio», dijo Pandavenes, para poder desarrollar la idea. En su día se habló de un espacio fuera de la Catedral, pero como aseguró el deán, «no hemos encontrado nada».

Fonte - El Comercio Digital, 3 Giugno 2008

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