Los carros triunfales, únicos en el mundo, se exhiben desde anoche en la plaza de la Virgen
Nuevamente las rocas del Corpus Christi despertaron expectación durante el acto de salida de su museo, situado en la calle de Roteros, muy cerca de las torres de Serranos.
El proceso, del que se responsabilizan operarios municipales, fue digno de contemplar, sobre todo, por la grandiosidad de los carros y la estrechez de la calle.
Sólo la destreza y buen hacer de estos operarios hacen posible las maniobras, todas justas y muy cercanas con los muros de los edificios colindantes. El resultado fue exitoso, ni un rasguño.
Los vecinos de la zona conocen el procedimiento, pero acuden cada año para contemplar la salida de las rocas, como fue el caso de Miguel Santafé. "Bajo de casa todos los años para ver como salen las rocas con tan precisión. Todos los años les hago fotografías y todos los años me asombro de lo bien que lo hacen estos operarios municipales".
Las rocas se fueron alineando en la calle de Blanquerías, ante la sorpresa de los viandantes que pasaban por allí, vigiladas por la Policía Local.
Salieron 10 carros triunfales de un total de 11, la roca Valencia quedó en el interior del museo pues en fecha próxima se iniciará su restauración.
"No hemos comenzado aún a restaurar la roca Valencia, pero entendemos que no debe salir por estar muy agrietada y su salida sería perjudicial", señala a LAS PROVINCIAS, Simón Cortés, técnico superior de laboratorio de la Universidad Politécnica de Valencia, responsable del mantenimiento de las mismas.
"Dentro del convenio existente entre el Ayuntamiento y la Politécnica realizamos el mantenimiento de las rocas. Este año, por ejemplo, hemos restaurado la mano de San Vicente Ferrer que estaba rota y un agujero enorme que tenía el frontal de la roca del Santo Cáliz", añadió el técnico.
Durante todo el día la calle Blanquerías se convirtió en punto de referencia festivo. Centenares de personas desfilaron para admirar los carros unas, y otras, para hacerles fotografías. Amics del Corpus continuando con una antigua tradición trasladó, al atardecer de ayer y bajo una intensa lluvia, las rocas del Corpus desde la calle Blanquerías hasta la plaza de la Virgen.
Todas las rocas fueron trasladadas tiradas por caballerías, a excepción de La Diablera y Santo Cáliz que fueron llevada a mano por numerosos componentes de Amics del Corpus que, estoicamente, soportaron la sorpresiva tormenta que no impidió continuar con la tradición.
Fonte - Las Provincias, 24 Maggio 2008
Nuevamente las rocas del Corpus Christi despertaron expectación durante el acto de salida de su museo, situado en la calle de Roteros, muy cerca de las torres de Serranos.
El proceso, del que se responsabilizan operarios municipales, fue digno de contemplar, sobre todo, por la grandiosidad de los carros y la estrechez de la calle.
Sólo la destreza y buen hacer de estos operarios hacen posible las maniobras, todas justas y muy cercanas con los muros de los edificios colindantes. El resultado fue exitoso, ni un rasguño.
Los vecinos de la zona conocen el procedimiento, pero acuden cada año para contemplar la salida de las rocas, como fue el caso de Miguel Santafé. "Bajo de casa todos los años para ver como salen las rocas con tan precisión. Todos los años les hago fotografías y todos los años me asombro de lo bien que lo hacen estos operarios municipales".
Las rocas se fueron alineando en la calle de Blanquerías, ante la sorpresa de los viandantes que pasaban por allí, vigiladas por la Policía Local.
Salieron 10 carros triunfales de un total de 11, la roca Valencia quedó en el interior del museo pues en fecha próxima se iniciará su restauración.
"No hemos comenzado aún a restaurar la roca Valencia, pero entendemos que no debe salir por estar muy agrietada y su salida sería perjudicial", señala a LAS PROVINCIAS, Simón Cortés, técnico superior de laboratorio de la Universidad Politécnica de Valencia, responsable del mantenimiento de las mismas.
"Dentro del convenio existente entre el Ayuntamiento y la Politécnica realizamos el mantenimiento de las rocas. Este año, por ejemplo, hemos restaurado la mano de San Vicente Ferrer que estaba rota y un agujero enorme que tenía el frontal de la roca del Santo Cáliz", añadió el técnico.
Durante todo el día la calle Blanquerías se convirtió en punto de referencia festivo. Centenares de personas desfilaron para admirar los carros unas, y otras, para hacerles fotografías. Amics del Corpus continuando con una antigua tradición trasladó, al atardecer de ayer y bajo una intensa lluvia, las rocas del Corpus desde la calle Blanquerías hasta la plaza de la Virgen.
Todas las rocas fueron trasladadas tiradas por caballerías, a excepción de La Diablera y Santo Cáliz que fueron llevada a mano por numerosos componentes de Amics del Corpus que, estoicamente, soportaron la sorpresiva tormenta que no impidió continuar con la tradición.
Fonte - Las Provincias, 24 Maggio 2008
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